¡Marchando una de semen!
Es innegable que los tiempos adelantan que es una barbaridad. Las nuevas tecnologías nos demuestran cada día que lo imposible está cerca de no existir. Lo que era una quimera hace un par de décadas hoy se ha convertido en una rutina que haría desencajar la mandíbula de asombro a nuestros bisabuelos. Son más las visiones de Julio Verne que...